En 2011 viví una experiencia familiar que, para mí, fue el detonante de un gran cambio en mi vida y a partir de esta experiencia llegó mi gran búsqueda. Pasé por otro duelo en 2014, una sacudida muy fuerte para mí y para mis hijos. En aquel entonces me dedicaba a tareas de responsabilidad administrativa y después de pasar por una crisis existencial, como tantas otras personas, mi alma necesitó una expansión en el campo de las terapias holísticas.

Seguí con la firmeza, pero con la vulnerabilidad de una persona que estaba pasando una experiencia familiar muy dura, y decidí ser Terapeuta Vibracional y Holística. En aquellos momentos tuve que enfrentar con grandes desafíos, traiciones y juicios familiares y, como no, de algunas amistades.

Ahora, y desde la distancia, puedo reconocer que, gracias a toda esta experiencia, con la familia, las amistades, las traiciones y los juicios, he podido transformar todo el dolor en amor.

Todo ello me ha conducido a poder llevar a cabo mi Labor: estar al servicio de la vida y de la sanación. Siempre me ha gustado ir más allá, haciéndome preguntas internas. Descubriendo que la verdadera sanación aparece cuando ponemos consciencia, coherencia e impecabilidad en todo lo que hacemos. Siendo muy honestos con uno mismo y quitando todas las máscaras. Poniendo mucha Luz (es decir: mucha consciencia) en todo lo que hacemos y desde dónde lo hacemos. Esta es la verdadera Magia.

Y, para terminar, doy las GRACIAS al destino de todos mis familiares, y a mi propio destino, pues hoy he podido reconocer y aprender qué significa acompañar a las otras personas, sin salvarlas ni hacerme cargo de ellas. Cada uno tiene que asumir sus propios destinos. Cada uno desde su orden correcto. Respetando al máximo los pactos de cada alma.

Quiero decirte que siempre llevo en mi corazón a toda mi familia: padres, hermanos, abuelos, etc., a mi anterior familia (ya que gracias a ella ahora he podido reconstruir una nueva familia con mi marido e hijos), a mis amigos, a pacientes, a alumnos, y a todos los que han formado y forman parte de mi vida.

Especial agradecimiento a mis Maestros de camino: Carol B., Gregori L., Julia L., Laura V. y Jessi M. GRACIAS por iluminar mi camino en momentos de tanta incertidumbre y dolor.

Y por supuesto a ti, GRACIAS por leerme.